2 jul 2023

CELEBRAMOS FIESTAS PATRIAS EN LA IE 6021

 

LOS SÍMBOLOS DE LA PATRIA:

Los símbolos de la Patria, también conocido como símbolos patrios, son los elementos representativos de la República del Perú. Son reconocidos y utilizados tanto a nivel nacional como internacional para representar a la nación peruana y a sus habitantes. De acuerdo con el Artículo 49° de la Constitución Política del Perú:


Símbolos oficiales




LA BANDERA: 

La bandera de Perú paño rectangular formado por tres bandas verticales de igual ancho, de color rojo las laterales y de blanco la central. La primera bandera del Perú independiente fue creada por el General José de San Martín en 1820 y fue desplegada por primera vez como símbolo de todos los peruanos liberados en la Plaza Mayor de Lima, el 28 de julio de 1821, en el momento de la proclamación de la independencia. El diseño de esta primera bandera era distinto al actual, y de ella solo se han mantenido sus colores: rojo y blanco.



5 ago 2020

RECURSOS PARA EL DOCENTE


Cartilla de orientaciones para el acompañamiento socioemocional Docentes


ORIENTACIONES PARA LA RETRO-ALIMENTACIÓN EN UN CONTEXTO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 



CARTILLAS: DESARROLLANDO NUESTRAS HABILIDADES SOCIALES


CARTILLA: VIVENCIANDO MI SEXUALIDAD

CARTILLA: IDENTIFICANDO LAS DROGAS

SESIONES DE TUTORÍA 












6 feb 2013

Pequeños pensamientos

"La vida es inevitable, necesaria, pero a veces exhaustiva, sólo Dios sabe el tiempo que cerraremos los ojos para siempre" --- Luisa Quispe Gálvez

"La vida es como una montaña rusa.. puedes asombrarte de las situaciones, sabiendo que vendrán en algun momento... veloz e inevitable" --- Luisa Quispe Gálvez

7 jul 2012

Bloxorz


Bloxorz

El objetivo de este juego es mover el bloque hasta el agujero en cada nivel. Cada vez se irá poniendo más difícil.

5 jul 2012

La filosofía


 LA FILOSOFÍA 

CONCEPTOS BÁSICOS: FILOSOFÍA
La filosofía es el arte de observar de distintos ángulos un tema en particular, no científico,  más bien de las circunstancias de la vida, la existencia del ser humano, la moral, belleza u otros aspectos de semejante índole.  
En el momento de tener ideas o respuestas diferentes para algunos temas  estamos haciendo filosofía, todos lo hacemos, algunos con mejores fundamentaciones y otros con ideas empíricas basadas en las reglas e ideas propias de nuestra sociedad o entorno donde nos desempeñamos.  Por ello, podemos tener mayores oportunidades de expresar nuestras ideas o razones cuando contamos con un conocimiento básico del tema.
La filosofía se relaciona con la metafísica, que trata acerca de  temas no científicos donde un tema se puede observar desde diferentes ángulos y perspectivas que en general son experiencias humanas, vivencias sociales y formas de pensar que dependiendo de la sociedad o instrucción profesional varían de una a otra persona. No obstante, a veces puede haber ideas semejantes o decisiones parecidas.
Cabe mencionar que los problemas metafísicos no tienen solución, porque es libre de contradicciones y tiene variadas respuestas  que pueden ser correctas, viéndolas desde distintos ángulos. Por consiguiente, la filosofía se encarga de la reflexión de la metafísica y cada persona tiene sus creencias e ideas para fundamentar una respuesta y desde distintas posiciones las puede fundamentar correctamente. No obstante, es evidente que no hay manera de probar algunas creencias por supuesto, las de índole metafísica, probar que sean verdaderas y otras falsas, porque todos los seres humanos tenemos alguna concepción del mundo y la vida, todos tenemos una filosofía.
En nuestra actualidad, las personas tenemos necesidades radicales de filosofar y tenemos que reivindicar nuestro derecho a pensar, examinar y discutir todo aquello que aparece como indiscutible. Si una visión global es crítica y consciente, nuestro grado de humanidad será mayor y justificaremos el privilegio de vivir.

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
La filosofía ha cambiado sus direcciones desde la edad antigua hasta la actualidad y además cuando los filósofos estudian y afrontan problemas, han pretendido tender hacia la verdad como horizonte. Se plantean los grandes interrogantes del hombre: el conocimiento, la naturaleza, la estructura del mundo, la complejidad del ser humano, la libertad y la ética... Creyentes o no, siempre han intentado establecer un diálogo entre fe y razón, entre filosofía y teología, entre filosofía y ciencia/cultura... en busca de la verdad y soluciones a los problemas.
Por tanto, la historia de la filosofía es ya filosofía: no es mera exposición histórica/erudita de ideas, sistemas de pensamiento y afirmaciones, sino búsqueda de planteamientos correctos y soluciones a los problemas, a las incoherencias, etc.

EDAD ANTIGUA DE LA FILOSOFÍA
La filosofía tuvo un impulso de desarrollo a partir del filósofo Tales de Mileto, en Grecia, Siglo VI a.n.e. surgió como una pretensión de explicación racional del mundo y la vida, es decir, el mito, ambiguo, oscuro, con muchas interpretaciones, apareció una escuela de Tales de MIleto, donde la  realidad puede consistir en un elemento físico, material, entre todos los filósofos de aquella época; o puede consistir en un elemento inmaterial, como las Ideas de Platón. Es preciso señalar que la búsqueda del arjé (principio y el fin de todo)  fue la primera causa de la realidad, que determinará en adelante una interpretación de la realidad, que luego determinará las subsiguientes interpretaciones de lo real. Todos los demás problemas filosóficos estarán, de alguna manera, subordinados a este. El cambio de orientación en la investigación filosófica que impondrán los sofistas, dirigiendo sus investigaciones hacia al lenguaje, el ser humano y la sociedad, no altera la predisposición a aceptar "ingenuamente", como se ha señalado en numerosas ocasiones, la existencia de una realidad objetiva, independiente del ser humano que la piensa, y a la que ha de ceñirse todo lo existente, incluido el pensamiento mismo.

EDAD MEDIA DE LA FILOSOFÍA
A diferencia de lo que había ocurrido con la filosofía griega, que había centrado su reflexión en torno a la determinación del objeto, la filosofía medieval tuvo como centro de interés a Dios. La filosofía helenística había dado una orientación práctica al saber, dirigiéndolo hacia la felicidad del hombre. Es el caso del estoicismo y del epicureísmo, que habían colocado a la ética en el vértice del saber. A lo largo de los primeros siglos de nuestra era, el cristianismo fue creciendo enormemente  y a su vez surgieron otras religiones misteriosas que provocaron la aparición de otros modelos de felicidad o "salvación individual", que competirán con los modelos filosóficos. Frente a la inicial hostilidad hacia la filosofía manifestada por algunos de los primeros padres apologistas cristianos, sus continuadores encontrarán en la filosofia, especialmente a partir del desarrollo del neoplatonismo de Plotino, un instrumento útil, no sólo para combatir otras religiones o sistemas filosóficos, sino también para comprender, o intentar comprender, los misterios revelados. Surge de ahí una asociación entre filosofía y cristianismo o, más en general, entre filosofía y religión, que pondrá las bases de la futura filosofía medieval, entre los cristianos, los musulmanes y los judíos. El tema fundamental de reflexión pasará a ser la divinidad, quedando subordinada la comprensión e interpretación del mundo, del hombre, de la sociedad, etc al conocimiento que se pueda obtener de lo divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede renunciar, tratará de entrar en diálogo con la razón. La inicial sumisión de la razón exigida por la fe, dejará paso a una mayor autonomía propugnada, entre otros, por Santo Tomás de Aquino, que conducirá, tras la crisis de la Escolástica, a la reclamación de la independencia de la razón con la que se iniciará la filosofía moderna.

EDAD MODERNA DE LA FILOSOFÍA
Si la filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de su reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica. Son muchos los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y político, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la modernidad, y que han sido profusamente estudiados. En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofia renacentista, junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas conceptuales, alejados de las viejas e infructuosas disputas terminológicas que solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera platónica o aristotélica. De las abadías y monasterios la filosofía volverá a la ciudad; de la glosa y el comentario, a la investigación; de la tutela de la fe, a la independencia de la razón.

EDAD CONTEMPORÁNEA DE LA FILOSOFÍA
Luego de la filosofía crítica de Kant el Idealismo alemán se convertirá en la corriente predominante en la Europa continental, a través de Hegel. El existencialismo de Kierkegaard, tanto como el marxismo y el vitalismo de Nietzsche serán, en buena medida, una reacción al Idealismo hegeliano que, en cierto modo, consagra la identificación del yo trascendental kantiano con el Dios del cristianismo. En Gran Bretaña, el desarrollo del positivismo utilitarista con Bentham y J.S. Mill se inspira en los principios del empirismo, distinguiéndose del positivismo "idealista" del francés A. Comte; en ambos casos, no obstante, se da una preocupación por los temas sociales y por el bienestar de la humanidad que, aunque en una dirección distinta, compartirán con el marxismo. Por lo demás, el desarrollo de las ciencias y sus continuos éxitos hacen tambalear los cimientos de la filosofia, que se ve sometida a fuertes críticas por parte de los defensores del pensamiento científico, que encuentran en la ciencia el paradigma del conocimiento verdadero. Hacia finales del siglo XIX, al desarrollo del historicismo en Alemania, con Dilthey, y del pragmatismo en los Estados Unidos, con Pierce y W. James, hemos de sumar el desarrollo de la fenomenología con Husserl. En el siglo XX destacarán además los representantes del Filosofía Analítica, como Russell y Witgenstein, del Estructuralismo, como Lévi-Strauss, del Existencialismo, como Sartre, o los de la Escuela de Frankfurt, como Adorno, Horkheimer y Habermas. Hacia finales de siglo, destaca la actividad de los filósofos posmodernos y posestructuralistas, como Jacques Derrida, que renuevan la crítica a las tradiciones filosóficas desde posiciones muy alejadas de las llamadas metafísicas de la presencia.

LA LIBERTAD Y LA MORAL
En  este punto existe una relación estrecha entre la libertad y la moral, donde el hombre tiene libertad moral sólo respecto de aquellas cosas que no está obligado por la moral a hacer o a dejar de hacer. Se dice que una persona fortalece su libertad de querer cuando su libertad moral disminuye, ya que las obligaciones y compromisos que tiene es porque él quiso aceptarlas. Por tanto la libertad de querer y la libertad moral dependen del hombre.
Por ejemplo, el profesor no puede dejar de dar clases a sus alumnos (aunque él quisiera) porque de una u otra forma está obligado a hacerlo y por lo tanto si él decidió ser maestro tiene que aceptar las normas y sus obligaciones.
Por ejemplo, una persona es libre de contraer matrimonio o de no hacerlo, pero no es libre de dar muerte a su padre, de robar o de abandonar a su familia. Una persona puede tener libertad de coacción para matar a su padre, porque nadie se lo impide; puede tener libre albedrío, de modo que su voluntad se auto determine a hacerlo; pero no es, moralmente, libre, pues está obligado por la ley moral a no hacerlo. En cambio, una persona es libre de estudiar una determinada profesión, porque la ley moral no le manda ni le prohíbe hacerlo.
Se dice que una persona fortalece su libertad de querer hacer algo cuando su libertad moral disminuye, porque existen leyes o normas que se deben seguir, pero el hombre al escoger su decisión que no siempre debe ser al pie de la letra como lo dicen dichas reglas, al decidir se aleja más de su libertad moral.

La libertad como condición de la experiencia moral
El concepto de libertad, que la teología moral ha ido elaborando en el transcurso de los siglos, se presenta como la profundización del sentido que de la libertad nos ofrece la revelación en un diálogo ininterrumpidocon la tradición del pensamiento occidental. El problema de la libertad,en efecto es uno de los problemas centrales de la reflexión filosófica de Europa. La libertad se considera componente esencial del ser del hombre, ya que da significado a la existencia y especifica y caracteriza el obrar humano; obrar que, por ser libre, se hace moral.
Sin embargo, el término "libertad" asume matices y significados diversos, con arreglo a las perspectivas dentro de las que se mueve y a las disciplinas a las que hace referencia.
La experiencia ética, si bien tiene sus raíces en la situación y se alimenta de ella emerge de ella y aparece cimentada en la profundidad de la persona. Es experiencia del valor, pero no como un dato ya dado de antemano, sino como el objeto de una elección libre que tiende dinámicamente a hacerlo realidad a través de un proceso ininterrumpido. Es aquí donde tiene su raíz la libertad moral como tensión continua entre lo que somos y lo que queremos y debemos ser, entre la situación presente y la vocación que tenemos que hacer realidad. Purificada de todo elemento accesorio, la experiencia moral se muestra, por consiguiente, como la correlación perenne e inagotable entre la identidad/ ipseidad íntima del yo libre y el sentido que éste busca y quiere dar a su propia existencia. En la t opción moral libre el yo se construye a sí mismo y se proyecta con arreglo a un ideal axiológico que lo trasciende y al que, más o menos perfectamente, con mayor o menor éxito, trata de adecuar su propia vida.

LAS BASES DE LA CONVIVENCIA: ÉTICA Y POLÍTICA
Política se refiere a la ciudad-estado. Actualmente evoca a los partidos políticos y a los modos de gobernar. Restrictivamente se refiere a las actividades del poder para el gobierno de la comunidad, para acceder a ese poder o para conservarlo. En sentido amplio abarca cualquier conducta que influya en los asuntos públicos.

Ética  se traduce como moral (costumbre). Ambos términos no son del todo sinónimos, pues la ética se usa para la reflexión teórica y la moral para la realización práctica. La ética no debe confundirse con el civismo o con las convenciones sociales. La ética no afecta sólo a las decisiones individuales, sino que se relaciona también con modelos sociales y con las normas morales que ofrece.
La moral política tienen también un fundamento en la Sagrada Escritura, pero de ella no se desprenden modelos o criterios políticos válidos para realidades o problemas del mundo actual. El Evangelio no se impone a la voluntad de las personas ni ofrece recetas o fórmulas automáticas. Lo sagrado no anula lo temporal, ni el mundo profano puede cerrarse a lo sobrenatural. La técnica política escapa al mensaje del Evangelio, pero el Evangelio incide sobre la comunidad de las personas organizada en comunidad política, la cual debe impregnarse de sentido cristiano.
El Derecho natural se impone a la conciencia y al ordenamiento jurídico en su totalidad. Este derecho deriva de la naturaleza, depende del Creador y une al hombre con la universalidad de la humanidad. Los principios de este derecho son descubiertos por el conocimiento reflexivo, y la Iglesia los ha ido concretando a lo largo de los siglos. Unas normas serán de carácter permanente, otras de duración limitada. Pero ambas deben ser recogidas por el derecho positivo. Obedeciendo los dictámenes del Derecho natural, se obedece a la ley de Dios. La revelación no suprime el Derecho natural; por el contrario, lo supone y lo supera. Así, toda actividad verdaderamente humana es también actividad cristiana.
La persona humana, por su condición de “hijo” e imagen de Dios, debe ser reconocida como preeminente. La comunidad política debe reconocer y respetar la dignidad humana de sus miembros y la de otras comunidades políticas. Servir a la comunidad política es en primer término reconocer la dignidad de sus miembros. También debe cuidarse la dimensión sobrenatural de la persona. Por esto, la autoridad política debe estar regida por los principios de solidaridad y de subsidiariedad.
Ni todos los males sociales se pueden atajar con la ley ni todas las normas éticas deben transformarse en ley civil. Pueden darse situaciones de conflicto moral cuando se pretenden evitar males mayores, por lo que será necesaria una solución política dictada desde la prudencia. Esa solución política no puede recurrir a medios inmorales y debe ser fiel a valores superiores: el fin no justifica los medios.